Hasta siempre…Javier Marías (promoción 1968)

Ayer, 11 de septiembre de 2022, falleció Javier Marías Franco, a la edad de 70 años, de una afección pulmonar (neumonía intersticial) y no de covid como muchos medios han publicado . Antiguo alumno de la promoción 1968, escritor, traductor, editor y miembro de la Real Academia Española desde 2008, poco podemos añadir nosotros a lo mucho que se ha escrito sobre él y se seguirá escribiendo.

Javier Marías, junto con sus hermanos Álvaro, Miguel y Fernando, fueron alumnos de Estudio. Comenzó sus andanzas en Oquendo, donde él mismo nos dijo, en la entrevista publicada en Cuadernos de ADANAE nº8 que podéis leer al final de esta noticia, que recordaba sus salidas al patio, donde les decía a sus compañeros ¡Que vengan mis lugartenientes, el resto quedaos aquí, que voy a ver a mi novia!, y eso que debía tener 4-5 años.

Más adelante continuó en Miguel Ángel, 8, donde estudió hasta el preuniversitario. Su promoción (1968) fue la última en estudiar el preuniversitario allí.

Posteriormente, estudió Filología inglesa en la Universidad Complutense de Madrid, donde se licenció en Filosofía y Letras.

Su primera novela publicada, ya que la primera (La víspera)  la escribió a los 15 años pero nunca se publicó, fue Los dominios del lobo en 1971. Desde ese momento, Javier Marías no deja nunca de escribir, novelas, artículos, traducciones…consiguiendo numerosos premios y siendo nombrado miembro de la Real Academia Española en 2008.

Pero siendo ya un escritor de renombre internacional, premiado y reconocido, nunca se olvidó de sus compañeros de Estudio.

Javier Marías deja un profundo vacío en las Letras españolas, pero todavía uno mucho más hondo en aquellos que le conocieron, su familia, sus amigos y toda la familia Estudio.

Para todos ellos, nuestro más sincero pésame.

Nos gustaría incluir aquí las preciosas palabras de su compañero José Manuel Vidal, amigo muy cercano y cardiólogo de Javier durante muchos años, y que resumen a la perfección el sentir de muchos:

» Javier estaba próximo a nosotros con sus pensamientos abiertos en forma de novelas y su columna semanal de ciudadano crítico. Leíamos su voa, sus opiniones, y de ello resultaba un enriquecedor diálogo cercano. Teníamos a Javier incluído en lo cotidiano, presente en nuestra vida.

Se nos ha ido un pedacito de ella.»

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